Joe Pappy Este músico santurcino fue un fervoroso cultor de los ritmos afroboricuas. Era cantante, percusionista y, como compositor, cedió cuatro obras a Cortijo y su Comboque, vocalizadas por Ismael Rivera «El Sonero Mayor», alcanzaron categoría de jitazos: ¡Caballero qué bomba! y Pa’ lo que tú le das (Seeco, 1957); Con la punta del pie (Seeco, 1958) y, muy especialmente, el oriza Perfume de rosas, que aquel binomio irrepetible grabó dos veces (Rumba, 1960 / Coco, 1974) y que, a través de los tiempos, acumularía buen número de versiones discográficas.
Como autor, firmaba sus obras con su nombre de pila, pero como intérprete se hacía llamar «Joe Pappy», aunque también se le conocía como «Papi Shorty».Curiosamente, aunque sentía particular predilección por la bomba, sus tres producciones discográficas se enfocaron en otros géneros. Por ejemplo, frente a su conjuntoJoe Pappy y sus Pleneros grabó el disco Plenas callejeras / Música folklórica de Puerto Rico (Rico-Vox, RVLP-509), editado en 1965. Este contiene sus composicionesAntigua, Ayudante cabo de patio, Brujo maldito, Chegüí Torres, campeón, Estanislao, Griffith, campeón, La plena que me gusta, La 21, María Socorro, Oso se fue, Sambabalique y Yo no sé lo que pasa en el Cielo.
El siguiente, Boogaloos (Topstar, LP-1208) salió al mercado en 1967 y, de su autoría, incluye la bomba Dale que dale, Baila
mi guajira, Preso sin sentencia (guaracha);Shing-A-Ling del Congo, los guaguancó Cuero y bembé y Mi guaguancó y, del ritmo que identifica al álbum, Sensación del boogaloo y Oye Tomasito. Se completó con Dance My Boogaloo y la bomba Chocolate (aportadas por Vicentico Morales); Boogaloo de la gente (de Miguelito Carrillo) y la pieza de creación colectivaDescarga caliente.
En 1969, el sello Borinquen Records le editó otro titulado Guaguancó santero (DG-1115). Este incluye sus composiciones Afro santero, Cucurucucú, Despójate, El barón del cementerio, El congo, El gallego santerón, El yerbero, Llempole, llempole, Ñáñigo, Oshún, Timba sabrosa y Vengo del monte. Tanto este trabajo como el anterior están fuera del mercado hace años y, por ser de difícil consecusión, se les considera joyas de colección.
Además de Cortijo con Ismael, entre los tantos intérpretes que llevaron sus composiciones al disco es preciso resaltar a El Gran Combo que, con las voces de Andy Montañez y Pellín Rodríguez, le registraron Te besé en carnaval (Gema, 1963) y Negro bembé (Gema, 1965) en ritmo oriza. De su popularísima pieza Perfume de rosasconocemos las versiones realizadas por El Gran Trabuco, en Panamá (Guararé, 1979); Orquesta La Potencia cantada por Harold Camacho, en Venezuela (Kumaná, 1983);Los Hijos de la Salsa (Los Hijos, 1985) y, más recientemente, Gary Núñez & Plena Libre (Times Square / ¡Camínalo!, 2003) y Rafaelito Cortijo & Orquesta en voz de Tito Allen (Croman Caribe Music, 2003). Ruth Fernández acompañada por Ángel «Lito» Peña & Orquesta Panamericana le popularizó La bomba que me gusta (Tico, 1965) y Mario Ortiz & Orquesta en voz de Paquito Álvarez hizo lo propio con Bomba pa’ ti (Borinquen, 1977). En 1980, Rafael Cortijo y su última orquesta, esta vez con Ismael Rivera, hijo, le grabó Estanislao, que aparece en el álbum El sueño del maestro (Tierrazo, TLP-003).
Rafael Ortiz Escuté falleció en el anonimato hace ya largos años. Muy desafortunadamente, la Prensa no se ocupó de resaltar su aportación a la música de nuestra patria y del resto del Caribe, razón por la cual es escasa la información existente sobre su vida y la evolución de su carrera artística
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